José Luis Sampedro nos dejaba en la madrugada del 8 de abril a los 96 años de edad.
Aunque nació en Barcelona, su infancia transcurrió en Tánger, regresó a España en 1935, y fue en Santander donde le sorprendió la Guerra Civil.
Cansado de las deportaciones de profesores, en 1968 abandonó su puesto en la Universidad Complutense y se marchó a Reino Unido, donde fue profesor en Salford y Liverpool, no regresó a nuestro país hasta 1972.
Doctorado en Económicas y con una cátedra en Estructura Económica, Sampedro también desempeñó la cátedra de Ética en la Complutense, y todo ello lo alternó con una de sus grandes pasiones: la literatura. Entre su amplio catálogo de novelas destacan El río que nos lleva, Octubre, octubre, La sonrisa etrusca, La vieja sirena. También tanteó el teatro, y llegó a ganar el Premio Nacional del Teatro Calderón de la Barca en 1950 con La paloma de cartón. En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por su "sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo" y en 2011 recibe el Premio Nacional de las Letras Españolas.
"Nunca pretendí hacer historia, sino comprender mejor el amor y el poder, esas dos grandes pasiones de todos los tiempos".
Egipto, siglo III d. de J.C. o bien cualquier época, la nuestra acaso. Época de cambios y enfrentamientos, confusión de dioses. Dos grandes imperios, el romano y el persa, inician una lenta decadencia amenazada por el empuje de otros pueblos. La protagonista, envuelta en su belleza y su misterio, recorrerá un apasionante itinerario por nombres y religiones distintos hasta llegar a Alejandría. En ese escenario, dos hombres marcarán su destino: Ahram el Navegante, hombre de acción sediento de poder, y el filósofo Krito, poseedor del don de la palabra.